Artículo publicado en la web de la Asociación Española de Imagen Cardiaca relacionado con la planificación de los recursos humanos en el ámbito de la cardiología que hace necesario adecuar la oferta de profesionales dedicados a la atención de las enfermedades cardiovasculares a la demanda de la población.
La formación de técnicos en ecocardiografía, tal como se contempla en la actualidad, exige de una formación previa como técnico en radiología. La SEC ha desarrollado un programa de formación, con mil cien horas presenciales a lo largo de nueve meses, que incluye la formación práctica en centros reconocidos para adquirir las habilidades necesarias. Es deseable, que una vez formados los técnicos en ecocardiografía se incorporen al mercado laboral en los puestos para los que han sido preparados. Como puede comprenderse, la presencia de técnicos en los laboratorios de ecocardiografía no se dirige a hacer desaparecer plazas de cardiólogos consultores, sino a incorporar profesionales que supervisados por expertos en ecocardiografía, contribuyan a mejorar el rendimiento productivo.
Con la aparición, aunque a pequeña escala, de los técnicos es obligado, definir el nuevo tipo de puesto profesional no médico y reorganizar la actividad en los laboratorios de ecocardiografía. En lo referente a cuántos técnicos en ecocardiografía serían necesarios para un país como España, se pueden hacer varios tipos de estimaciones. La estimación menos realista es mirar a un modelo donde la figura del técnico en ecocardiografía está implantada con bastante éxito desde hace décadas: el del Reino Unido (RU), donde los ecocardiogramas transtorácicos son realizados por médicos consultores y por técnicos. Se calcula que aproximadamente entre el 28 y el 30% de consultores en las plantillas de cardiología del RU dedican la mayoría de su actividad a la Ecocardiografía. En este país, las necesidades estimadas serían de aproximadamente 28 a 40 técnicos por millón de hab. Si estas estimaciones se aplicasen a España, usando el límite inferior de 28 técnicos en ecocardiografía por millón de hab., se requerirían 1288 técnicos. Con el ritmo actual de formación en España 20 técnicos/año, se necesitarían más de 60 años (y compensar las jubilaciones) para ponernos a su nivel.
Otra estimación de necesidades es la que puede derivarse de las recomendaciones y estándares asistenciales de las Unidades Asistenciales del Área del Corazón del Mº de Sanidad y Política Social, según las cuales “la plantilla de laboratorio dependerá de circunstancias locales, pero es importante recordar que es deseable tener una máquina de ecocardiografía por persona de plantilla, y en el caso de que existan técnicos en ecocardiografía deberá existir, al menos, un cardiólogo por cada dos técnicos”
De forma resumida se podría deducir como deseable la colaboración de, al menos, un técnico por cada 2-3 máquinas de ecocardiografía. Una propuesta realista, y que fomentaría la consolidación del sistema de técnicos sería en los próximos años: incorporar a algunos centenares de técnicos, preferentemente en hospitales de 3er nivel, en donde por la estructura de las unidades de imagen cardiaca, la variedad de patología y el “mix” de complejidad de casos, y la experiencia de los consultores, facilitarán su entrenamiento, su supervisión, y el mantenimiento de la habilidad en la técnica y promover que se sigan formando nuevas promociones.
El objetivo es alcanzar un sistema maduro, en el que se disponga de un número adecuado de profesionales no cardiólogos, los técnicos de ecocardiografía, con un sistema de formación académica y entrenamiento reglados, cualificados, reconocidos profesionalmente, y con deberes y responsabilidades bien definidas como la acreditación-reacreditación. Estos profesionales se deberán encontrar plenamente integrados y con derechos, para poder seguir apoyando el trabajo de los expertos en ecocardiografía para la mejor atención a los pacientes con patología cardiovascular. El modelo que se persigue, de formación académica y entrenamiento reglado, formación continuada y sistema de acreditación no es novedoso, y ya ha sido implantado en otros sistemas sanitarios hace muchos años habiendo demostrado su capacidad de simplificar el trabajo en los laboratorios de ecocardiografía, mejorar su rendimiento y permitir que los expertos en imagen cardiaca puedan abarcar nuevos retos del diagnóstico por la imagen que sin duda redundarán en el beneficio de nuestros pacientes en los próximos años.
Fuente: Asociación Española de Imagen Cardiaca - AETR
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