Investigadores del CNIC han desarrollado un sistema, denominado Fast T2-GRASE, que mejora la detección del daño producido en un infarto y consiste en cambiar el código de programación de la resonancia.
Una nueva técnica de resonancia magnética (RM), desarrollada por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y que consiste en cambiar el código de programación de la RM, se ha demostrado eficaz para detectar el daño sufrido por el corazón tras un infarto, de forma más rápida y precisa que las técnicas utilizadas en la actualidad.
En concreto, permite localizar antes el aumento del contenido de agua (edema) en el músculo cardiaco, algo que hasta ahora se podía hacer, pero requería de mucho tiempo para la realización del estudio y posterior interpretación de los resultados.
El procedimiento, denominado Fast T2-GRASE, se ha validado en un estudio realizado en modelo preclínico que se ha presentado en el Congreso Anual del Colegio Americano de Cardiología, celebrado estos días en San Diego (California, EE UU).
El trabajo ha sido distinguido como el estudio español mejor valorado, pues supone una revolución en el campo ya que la técnica se podrá implementar en cualquier equipo de resonancia para mejorar el estudio del daño sufrido en el corazón de los pacientes.
En el estudio del corazón mediante resonancia magnética en la práctica clínica se incluyen técnicas de imagen que intentan detectar un aumento del contenido de agua (edema) en el músculo cardiaco, consecuencia de un infarto o una infección. “Sin embargo, hasta ahora estos métodos carecían de la precisión adecuada y poseían una gran carga subjetiva en su interpretación”, afirma Rodrigo Fernández-Jiménez, primer firmante del trabajo.
Así, según los investigadores, existen otras técnicas consideradas mucho más precisas y de más objetiva interpretación para detectar este daño (edema) en el corazón. No obstante, para su realización se requiere que el estudio de resonancia cardiaca que se esté haciendo a un paciente se prolongue mucho en el tiempo, además de no poder realizarse en cualquier equipo del mercado por no estar disponible para todos los fabricantes. Por todo ello, estos métodos han quedado relegados al mundo de la investigación, cuando paradójicamente son los más útiles para estudiar el corazón de los pacientes de una forma correcta.
Este trabajo se enmarca dentro de la colaboración científica estrecha entre el CNIC y Philips, cuyos investigadores están integrados en el equipo investigador de este trabajo.
FUENTE: CNIC