Hace unos días atendí a un paciente que acudió a una de las salas de urgencias de nuestro servicio de Diagnóstico por la Imagen por sospecha de fractura en su muñeca. Tras observar las imágenes obtenidas pensé que seria interesante recordar la importancia de realizar un mínimo de 2 proyecciones (90º entre ellas), básicas en la mayoría de las exploraciones radiológicas. Obtener una sola proyección nos puede llevar al error de confiar en la ausencia de una lesión o patología que desde otra perspectiva resulta evidente su existencia.
Las razones que justifican esta regla mínima de 2 proyecciones son:
1. Superposición de estructuras anatómicas. Algunos procesos patológicos (p.ej. ciertas fracturas, pequeños tumores) pueden no ser visibles en una sola proyección.
2. Localización de lesiones o de cuerpos extraños.
3. Determinación de la alineación de las fracturas y para visualizar completamente el foco de fractura.
Obviamente siempre que realicemos un estudio radiológico (con radiación), no olvidemos nunca que debemos aplicar la dosis tan baja como sea posible, sin comprometer la calidad diagnóstica de la imagen (ALARA “As Low As Reasonably Achievable”). También tratemos de adaptarnos a la situación que nos encontremos (limitaciones de movimiento del paciente o del equipo) y a veces echarle un poco de imaginación, muy necesaria en nuestra profesión. Esta pequeña dosis de imaginación a la hora de obtener las mejores imágenes, la agradecen tanto el facultativo prescriptor como el radiólogo, pero sobre todo el paciente.