"Mucha fue la guerra que dieron los radiólogos valencianos y muchos los informes que hicieron públicos las Sociedades científicas de Radiología -tanto la valenciana como la española- para oponerse con toda rotundidad a lo que se anticipaba como uno de los negocios más boyantes del siglo: la privatización de las pruebas de Resonancia Magnética en los hospitales de la red pública.
Pasados los ocho primeros años del concurso, aquellos 21.000 millones de pesetas (130 millones de euros) iniciales se convirtieron en 45.000 millones (270 millones de euros) de facturación final."
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