Un informe de EE UU alerta del aumento de radiación por exploraciones médicas y de su riesgo de cáncer.
Los avances en radiología han transformado radicalmente la práctica médica: las tomografías computerizadas y los exámenes de medicina nuclear ofrecen a los médicos la posibilidad de detectar rápidamente hemorragias internas, diagnosticar piedras en el riñón o confirmar apendicitis, evaluar la función tiroidea e identificar y abrir obstrucciones en los vasos sanguíneos que van al corazón. El inconveniente es que se está exponiendo a la gente a cantidades récord de radiación ionizante, la forma más intensa y potencialmente peligrosa de radiación.
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