Todos los sistemas sanitarios avanzados, incluido el español, se están planteando redefinir las tareas de sus profesionales. ¿Tiene sentido que una enfermera que ha estudiado una diplomatura de tres años, que ha hecho simultáneamente tres años de prácticas y que a lo mejor tiene ya una larga experiencia se limite a hacer curas o a desarrollar tareas que no requieren tanta preparación? ¿Tiene sentido que en las consultas del geriatra los pacientes de elevadas edades hagan largas esperas cada mes para lograr una receta del anticoagulante que necesitan porque sólo puede firmarlas el médico? ¿Es lógico que los tiempos de consulta del médico se consuman rellenando partes de baja? Y, desde otro punto de vista, ¿están los médicos y los enfermeros de hoy suficientemente capacitados para manejar un complejo aparato de diagnóstico de imagen?
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